LA DIOSA HILANDERA



Siempre vi a las señoras de mi pueblo y a las más viejitas de la familia, enredadas entre lanas e hilos ganchillo en mano o con sus dos agujas , en esos ratitos las mujeres que se ocupaban de las tareas de la casa y los cuidados de los mas pequeños de la familia parecían abstraerse de todo y sumergirse en un silencio propio de si mismas , concentradas en su labor, presentes en sus manos que bailaban con la lana y parecían alquimistas haciendo bailar sus varitas agujas, al cabo de un tiempo veíamos como aquello que empezaba con unas pocas pasadas de gancho se convertía en un mantel, una manta, un jersey ,
una bufanda etc...... que normalmente era un regalo para alguien . Era extraño pero parecía que ese momento de silencio entre lanas , se expandiera alrededor y los niños encontrábamos un juego mas relajado durante los momentos del tejido. Nunca me llamó especialmente la atención sinceramente, siempre preferí los juegos , los bailes, salir a correr, el pilla pilla y el escondite .



Hace poco más de dos años que nació mi hija, y me regalaron una mantita de colores pastel de ganchillo tejida mano, y unos baberitos de punto de cruz me pareció precioso que aquellas mujeres que lo habían tejido con sus propias manos le dedicaran ese tiempo a mi hija hasta confeccionar sus trabajos. poco después me di cuenta de que todos los juguetes para bebes, sonajeros , pelotas etc.... eran de plástico, y pensé en buscar juguetes de tela , lana , madera para poder proporcionarle a Aicha otras sensaciones mas naturales, y pensé en hacerlas yo misma.
Los primeros meses de crianza son agotadores, casi no tienes tiempo de nada y acabas el día agotada ,en esos momentos no podía leer porque me dormía, no podía meditar porque me dormía más, pero necesitaba estar un tiempo haciendo algo que fuera para mi y que me mantuviera despierta ya que la noche era el único momento, así que me fui a por lana y ganchillos , y en esos ratos en que la casa duerme empece a iniciarme como ganchillera , y de ahí , salieron dos amigurumis dormilones para mis hijos, sinceramente , no se como salió tan fácil y sencillo, pero desde entonces no he parado de tejer . Tejer se ha convertido en mi momento especial, se ralentiza el tiempo entre las manos,entre lanas ,vamos respirando entre punto y punto, elegimos colores que nos alegran nos impulsan o nos relajan.

Se acercaban fechas de cumpleaños y empece a tejer mis propios regalos , la sorpresa fue que pensar en la persona elegida y tejer para ella ,me hacia conectar con su energía , y sentir su momento, si estaba triste o alegre y de ahí elegía el color de la lana y empezaba a tejer al tiempo el ganchillo emitía un sonido
era un silbido que me decía una frase y esa frase era un mantra que repetía todo el tiempo mientras tejía ,tejía para a esa persona, para entregarle algo realmente especial y sanador, regalaba artesanía cargada de magia , de alquimia, de amor.

Amo tejer , es algo más que sentarme a descansar y evadirme , es conectar con mi voz interior, con mi DIOSA HILANDERA que me susurra “ la vida se va entretejiendo entre aciertos y errores, en deshilar lo hilado y volver a empezar , entre puntadas grandes que te hacen avanzar muy rápido y puntadas chiquitas que cuestan mas tiempo y esfuerzo, estando presente en cada movimiento, aquí y ahora”, Ahora entiendo a las viejitas de la familia, irradiaban amor en su momento de parar el tiempo y sentarse a tejer, regalaban amor al entregar sus trabajos, conectaban con aquellos a quienes iban destinado y les enviaban su mejor pensamiento, su mas sincera oración, se conectaban a si mismas y creaban creaban creaban y tejían sus sueños sus ilusiones sus proyectos.......... a cada una de las mujeres de la familia tejedoras de sueños gracias por tener esa foto retatada en mi recuerdo. Gracias por susurrar desde donde estéis, “tejeeeeeeee”, yo creo que las tejedoras son todas brujas porque desde luego yo estoy bajo los efectos del embrujo del ganchillo y mientras pueda.......




TEJERÉ PARA EL MUNDO


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